Ensayo del publisher del NYT, A.G. Sulzberger, sobre el valor de la independencia periodística
Selección de fragmentos esenciales del artículo
El publisher de The New York Times, A.G. Sulzberger, publicó el pasado mes de mayo en la Columbia Journalism Review (CJR) un amplio y muy interesante ensayo sobre la objetividad y el valor de la independencia periodística.
Como ha señalado el diario en la presentación del texto, “durante más de un siglo, The New York Times se ha mantenido implacablemente comprometido con la práctica periodística de la independencia, prometiendo cubrir el mundo ‘sin temor ni favoritismo’”. El ensayo ubica este compromiso en el contexto actual.
Por su interés, selecciono a continuación -traducidas al español- algunas de las principales líneas del texto de A.G. Sulzberger:
“No habrá un futuro digno para el periodismo si nuestra profesión abandona el valor fundamental que hace que nuestro trabajo sea esencial para la sociedad democrática, el valor que responde a la pregunta de por qué merecemos la confianza del público y las protecciones especiales que se conceden a la prensa libre. Ese valor es la independencia periodística.”
“La independencia es el compromiso periodístico cada vez más cuestionado de seguir los hechos a dondequiera que conduzcan. Sitúa la verdad -y su búsqueda con una mente abierta pero escéptica- por encima de todo lo demás.”
“La independencia exige exponer claramente los hechos, incluso si parecen favorecer a una de las partes en litigio. Y exige transmitir cuidadosamente la ambigüedad y el debate en los casos más frecuentes en que los hechos no están claros o su interpretación es objeto de disputa razonable, dejando que los lectores capten y procesen la incertidumbre por sí mismos.”
“El periodismo independiente es el tónico exacto que más necesita el mundo en un momento en el que la polarización y la desinformación están sacudiendo los cimientos de las democracias liberales y socavando la capacidad de la sociedad para hacer frente a los retos existenciales de la época, desde la desigualdad a la disfunción política pasando por la aceleración del cambio climático.”
“El periodismo independiente se basa en la creencia de que la democracia es más fuerte cuando la gente dispone de fuentes fiables para conocer hechos fiables. Y que hay que confiar en que la gente comprenda esos hechos, procese su complejidad y decida por sí misma.”
“Aunque no siempre sea popular, la disciplina de seguir los hechos a donde sea que conduzcan es mucho más sencilla que enfrentarse a las cuestiones delicadas que surgen cuando los hechos no pueden establecerse por completo.”
“La responsabilidad de los periodistas independientes es no dejarse intimidar y seguir informando sin miedo ni favoritismos.”
“El modelo de independencia periodística está explícitamente diseñado para ayudar a corregir la estrechez de miras de la propia experiencia y visión del mundo del periodista, entre otras cosas buscando intencionadamente e intentando transmitir con imparcialidad una gama mucho más amplia de puntos de vista. No niega la experiencia personal, sino que proporciona un método para no dejarse atrapar por ella.”
“Unas redacciones más diversas -armadas con una gama más amplia de antecedentes, experiencias, relaciones, habilidades y conocimientos- descubren más historias y las impregnan de mayores matices y perspicacia.”
“Creo que el mayor riesgo periodístico es que los reporteros se cierren a la posibilidad de hechos nuevos y cambiantes que puedan revelar otros aspectos de una historia o, peor aún, que adopten activamente un unilateralismo periodístico para señalar que están del lado de los justos.”
“En general, los periodistas y editores independientes deben preguntarse: "¿Es cierto? ¿Es importante? Si la respuesta a ambas preguntas es afirmativa, los periodistas deben mostrarse profundamente escépticos ante cualquier argumento que favorezca la censura o el sesgo de lo que han aprendido basándose en una visión subjetiva sobre si puede producir un resultado perjudicial.”
“Poner la ideología en primer plano suele promoverse como algo más honesto (¿no es mejor anunciar los propios prejuicios que ocultarlos?) y más honorable (¿no es mejor presionar para resolver los problemas que limitarse a describirlos?). Pero esto puede avivar la falsa confianza de que las opiniones personales son en realidad verdades fundamentales.”
“La salvaguarda más importante de una prensa independiente es una prensa fuerte y sostenible.”
“La historia de nuestra nación demuestra que el periodismo independiente no sólo hace que nuestra sociedad esté mejor informada, sino que hace que nuestra nación sea más segura, nuestra economía más fuerte, nuestra gente más sana y nuestra sociedad más justa.”
El ensayo acaba con una serie de “pasos” que deben dar los periodistas y los líderes de las instituciones periodísticas, entre ellas el Times.
“En primer lugar, los periodistas deben recordar que nuestro principal objetivo, como he venido diciendo, es seguir los hechos dondequiera que nos lleven, incluso cuando preferiríamos que no fueran ciertos, y representar con imparcialidad a las personas y las perspectivas, incluso cuando no estemos de acuerdo con ellas. Cualquier compromiso en este sentido es probable que erosione aún más la ya vacilante confianza del público en el periodismo y, en última instancia, merme la capacidad de los periodistas para servir a una sociedad desesperadamente necesitada de información fiable. He visto innumerables casos en los que la gente quiere que los periodistas oculten información, tergiversen los hechos o abracen la especulación, todo para demostrar su lealtad a una causa superior. En cambio, los periodistas deben interrogar al mundo con curiosidad, no con certeza. Debemos mantenernos escépticos, humildes, inquisitivos, explorando cada historia, por muy bien que creamos conocer un tema. Debemos complicar las narrativas aparentemente ordenadas, aceptar los matices y cuestionar continuamente lo que encontramos.”
“En segundo lugar, los periodistas debemos volver a comprometernos con la información como el servicio más valioso que prestamos al público. La información -no los comentarios ni la agregación- es el ingrediente esencial de las nuevas ideas y las nuevas perspectivas, y permite que florezcan todos los elementos del ecosistema periodístico. Esto requiere que los periodistas salgamos de nuestras burbujas. Un insidioso efecto secundario del colapso de las noticias locales es que los puestos de trabajo en el periodismo están cada vez más dominados por personas con un alto nivel educativo que viven en ciudades costeras azules [demócratas]: según el Pew Research Center, más de uno de cada cinco periodistas vive en Nueva York, Los Ángeles o Washington. Y demasiados recurren excesivamente a Twitter, confundiéndolo con una plaza pública en lugar de una cámara de eco periodística. Los periodistas tenemos que esforzarnos más por ir a lugares desconocidos, reunirnos con gente desconocida y cuestionar nuestros propios supuestos con perspectivas, experiencias e ideas desconocidas.”
“En tercer lugar, los periodistas deben reconocer mejor cómo la crítica pública puede manipular la cobertura. En el actual entorno hiperconectado, la respuesta a nuestro trabajo es más inmediata e intensa que nunca. El aumento de la transparencia y la mayor responsabilidad por nuestros errores y equivocaciones es un cambio bienvenido. Pero la reacción a nuestro trabajo llega ahora a menudo a través de ataques diseñados para intimidar al cuestionar la legitimidad o la moralidad de los periodistas. Aquí los críticos no quieren aclarar las cosas, sino engatusar, avergonzar y asustar a los periodistas para que ofrezcan una cobertura más favorable. Al mismo tiempo, los aplausos, como los abucheos, pueden utilizarse para cooptar. Los periodistas que se respetan a sí mismos no reciben órdenes de políticos y corporaciones; tienen que resistirse igualmente a dar forma a su cobertura para ganarse las alabanzas de activistas y grupos de interés, incluso de aquellos que realizan un trabajo admirable. Como suele decir Dean Baquet, antiguo director ejecutivo del Times: Los perros guardianes no pueden permitirse convertirse en perros falderos.”
“Por último, los periodistas deben asumir más activamente la incómoda realidad de la desconfianza generalizada en los medios de comunicación. Llevará años, si no décadas, ganarse a personas a las que aquellos a quienes admiran y en quienes confían -incluido un ex presidente de Estados Unidos- les han dicho una y otra vez que los medios les odian y odian a este país. Pero los medios no pueden actuar como si fueran impotentes para revertir la creciente desconfianza en el periodismo en general. Tienen que hacer un trabajo mucho mejor luchando por su reputación y explicando cómo toman las decisiones periodísticas. Muchas de las convenciones de la profesión -la estructura de los artículos en forma de pirámide invertida, las líneas de fecha y autor, y las contorsiones para eliminar al escritor de la obra- son reliquias de una época en la que se daba por supuesta la fe en las instituciones periodísticas. No estoy convencido de que la gente llegara a entender estas convenciones. Pero hoy podemos afirmar con certeza que no. La propia investigación del Times sugiere que incluso muchos lectores fieles no entendían que nuestros periodistas -que, en un año normal, informan sobre el terreno desde más de 160 países, a menudo en condiciones difíciles y peligrosas- van realmente a los lugares sobre los que escriben. Eso no es un fallo de comprensión de los lectores, sino de nuestra comunicación. No hemos mostrado de forma coherente y clara en qué consiste nuestra labor informativa, no hemos explicado adecuadamente nuestro proceso ni hemos aclarado plenamente cómo vemos nuestro papel.”
Más información:
Journalism’s Essential Value – El texto en la web corporativa de The New York Times Company
'New York Times' publisher: journalism should be free of writers' personal beliefs - NPR